Me encantan los juegos
ME ENCANTAN
De encantar, de atrapar, de tenerme horas frente al tablero, monitor, pantalla, cuaderno, etc.
Sobre todo me gustan los que son de armar cosas, contar, descifrar, analizar.
Hay personas que son como juegos, no porque sirvan para jugar con ellos
(aunque también hay personas así, pero esas son personas juguete no personas juego)
Los juguetes los dejé hace un tiempo,
no me gusta la idea de jugar con quien no responde ni propone.
Pero los juegos...
Los juegos son otra cosa.
Las personas juego son otra cosa.
Con ellas puedes armar, contar, descubrir...
Puedes descifrarlas, encantarte y jugar a la entrega, a la comunicación.
En el juego con el otro, juegas a ser y dejar ser.
¡Qué divertido es jugar!
Pero sin hacer trampa.
No es moralina, es vividura...
Y la viví dura cuando entré en el terreno de los tramposos.
Nada bueno se cosecha en esos juegos del truco y del "¿dónde quedó la bolita?"
Y descubrí que un tramposo,
por más maniobras que haga,
tiene la derrota asegurada.
Lo mejor de tener 30 y tantos es que, después de mucho perder, empiezas a entender el juego.
No dejas de perder
pero juegas cada vez mejor,
porque ya tuviste 13, 15, 18, 20, 25, 30.
Ya perdiste demasiado...
ya te perdiste o te perdieron
ya pasaste por los juguetes
ya jugaron contigo.
Falta mucho.
Segura estoy de que seguiré perdiendo
pero ahora soy más selectiva al elegir
el juego y el jugador.
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