Sí, que levante la mano quien ya fue a ver "Ladrones viejos. Las leyendas del artegio".
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Bueno, pues para quién no alzó la mano, es un documental de los ladrones mexicanos durante los años 60 y 70. Lleva el nombre de Las leyendas del artegio, porque a los que se dedicaban al robo de casa-habitación se les conoció como los artegios.
El documental está centrado en cuatro ladrones: el fantomas, el carrizos, el burrero y el xochi.
El documental de Everardo González muestra una realidad completamente alejada de la de hoy en día. Ladrones de oficio, con el claro objetivo de robar y no de dejarte traumado de por vida. La idea, dice uno de ellos, "es que la gente no se diera cuenta que le estabas robando."
Ninguno de ellos usaba pistola, según cuentan, pues no se trataba de dejar a nadie sin familia. De hecho "el Carrizo", es un Robin Hood total, "le quitaba al que tenía" -dice. ¿Y cómo no? si le quitó al mismísimo Echeverría y a López Portillo.
Pero no les cuento más... La cosa es que me gustó mucho, que ganas me dieron de haber vivido en ese entonces y no en 90 y dosmiles. Así, el día de aquel sabroso asalto me hubieran quitado la bolsa sin que yo pudiera decir: ni agua va; en vez de cerrar los ojos, algunas noches, y soñar con la pistola esa en corazón y cara. O sea, me hubieran robado la cartera y no la calma.
Los señorcitos ladrones del documental cuentan cómo se entrenaban con muñecos que tenían unos cascabeles en la ropa y cuando lograban quitarle la cartera sin que sonara el cascabel entonces ya estaban listos para salir a las calles. Ahora ya no se trata de cascabeles sino de calibres. Ahora ya no se trata de que no te des cuentas sino de traumarte... ¡Mecachis en diez!
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Me hubiera gustado vivir esas épocas; sobre todo por la ropa -la de los años 50 a los 70 me puede cuasi enloquecer-, lo de los asaltos, no. Eso no se lo deseo a nadie, ni ahora ni entonces. Pero entonces, según se lee en ese documental, era más llevadero. En fin, ya no cuento más para no aguarles la movie.
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Bueno, y si ya la vieron ¿Qué tal? ¿Alguna especie de catarsis o comentario que les haya provocado?... Y para los que no la han visto: VAYAN. Está bueno el documental y sirve que apoyan al cine mexicano, al buen cine mexicano, que tan ávido está de espectadores.
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Ah, ya pueden bajar la mano.
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Bueno, pues para quién no alzó la mano, es un documental de los ladrones mexicanos durante los años 60 y 70. Lleva el nombre de Las leyendas del artegio, porque a los que se dedicaban al robo de casa-habitación se les conoció como los artegios.
El documental está centrado en cuatro ladrones: el fantomas, el carrizos, el burrero y el xochi.
El documental de Everardo González muestra una realidad completamente alejada de la de hoy en día. Ladrones de oficio, con el claro objetivo de robar y no de dejarte traumado de por vida. La idea, dice uno de ellos, "es que la gente no se diera cuenta que le estabas robando."
Ninguno de ellos usaba pistola, según cuentan, pues no se trataba de dejar a nadie sin familia. De hecho "el Carrizo", es un Robin Hood total, "le quitaba al que tenía" -dice. ¿Y cómo no? si le quitó al mismísimo Echeverría y a López Portillo.
Pero no les cuento más... La cosa es que me gustó mucho, que ganas me dieron de haber vivido en ese entonces y no en 90 y dosmiles. Así, el día de aquel sabroso asalto me hubieran quitado la bolsa sin que yo pudiera decir: ni agua va; en vez de cerrar los ojos, algunas noches, y soñar con la pistola esa en corazón y cara. O sea, me hubieran robado la cartera y no la calma.
Los señorcitos ladrones del documental cuentan cómo se entrenaban con muñecos que tenían unos cascabeles en la ropa y cuando lograban quitarle la cartera sin que sonara el cascabel entonces ya estaban listos para salir a las calles. Ahora ya no se trata de cascabeles sino de calibres. Ahora ya no se trata de que no te des cuentas sino de traumarte... ¡Mecachis en diez!
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Me hubiera gustado vivir esas épocas; sobre todo por la ropa -la de los años 50 a los 70 me puede cuasi enloquecer-, lo de los asaltos, no. Eso no se lo deseo a nadie, ni ahora ni entonces. Pero entonces, según se lee en ese documental, era más llevadero. En fin, ya no cuento más para no aguarles la movie.
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Bueno, y si ya la vieron ¿Qué tal? ¿Alguna especie de catarsis o comentario que les haya provocado?... Y para los que no la han visto: VAYAN. Está bueno el documental y sirve que apoyan al cine mexicano, al buen cine mexicano, que tan ávido está de espectadores.
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Ah, ya pueden bajar la mano.
3 comentarios:
Cheetos y yo mareandome viendo Cloverfield pudiendo ver esta joyita...
Voy al cine.
¿Por cierto cuanto fue de la guajolota que me llevo el otro dia oiga?
Paz y buena vibra mi querida ¿Guajolota?
venga muchas gracias por el saludo! )
yo también volveré...
nos estamos leyendo
Dos criminales memorables:
-El Éjel, homicida y ladrón, registrado en alguna crónica carcelaria de Revueltas, y así apodado porque asaltaba en las calles de Hegel. Jugó futbol con la cabeza de una de sus víctimas.
-Canchola, un delincuente que fue fugazmente capturado en Tijuana por dos agentes de la extinta Policía Judicial Federal. Lo treparon a un avión de Mexicana, par traerlo al DF, lo esposaron al asiento y antes de que el avión despegara, se bajaron a comprarse algo de comer. Canchola aprovechó la circunstancia , se zafó como pudo, se bajó él también de la aeeronave y se hizo ojo de hormiga. Después de un retraso de dos horas, el avión salió con los frustrados judiciales y sin el delincuente. Tras el aterrizaje en México, el piloto consignó en el reporte de vuelo: "Despegue de Tijuana, demorado por fuga de Canchola". Al día siguiente, cuando se disponía a volar, pidió la bitácora de la nave y vio que un técnico había escrito abajo de su comentario: "Fuga de Canchola, reparada".
Saludos por acá.
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