octubre 05, 2006

PACHECO PACHIEMPRE, pa' servirle.


¡Qué chistoso es Pacheco! Siempre hace reír a todos con sus ocurrencias. Más que ocurrencias, la mayoría de las cosas que dice, son comentarios llenos de ingenio. A veces dice algo simplón, burdo -como si por su boca se escapara uno de esos pensamientos que pasan por tu cabeza pero que mejor lo censuras para evitar el abucheo-, pero él lo dice y en el momento se dejan escuchar las carcajadas. Otras veces, suelta un comentario mordaz y fino, que sorprende a la concurrencia y, alegres, aplauden el comentario. ¡Ah, qué chistoso es Pacheco! Quien lo conoce por primera vez, quiere volverlo a ver. Puedo recordar fiestas en las que causó sensación con un extravagante paso de baile o con una frase que repitió hasta cansarse. Y no se guardaron en el baúl de los recuerdos aquellos pasos o aquellas frases, hay gente que las repitió durante meses.

Pacheco se está poniendo verde -no de coraje, como el hombre verde-. Verde, como si se estuviera echando a perder. Descompuesto. Eso es, se ve descompuesto. Supongo que nadie, o pocas personas, se lo han dicho -que se ve verde moho-. Resulta contradictorio decirle a alguien que se ve feliz, "que se ve descompuesto". Pienso que un buen momento para decírselo, podría ser, cuando deja de reírse y se queda como pasmado. Cuando se sienta en un rincón, con los bracitos cruzados sobre su pecho y se pierde... Pero como se pierde pus' no lo pueden encontrar pa' decirle.
Pero eso sí, es muy chistoso. Me recuerda a un compañero que tuve en la escuela, Pacheco también; ambos se caracterizan por lo distraídos y los tonos verdosos. Ah, y otra cosa que tienen en común: son muy chistosos.

Hoy lo vi, a Pacheco, sus ojos verdes se veían menos irritados que de costumbre y combinaban muy amablemente con el color de su piel -Tiene unos bonitos ojos verdegrisaseos, pero por su problema de irritación (debe ser por la contaminación), es difícil notarlos-. Me hubiera gustado decirle que se veía bien. No sé por qué no se lo dije... ¿Será que ya me he acostumbrado a ver su humor y no su verdor?

Ya otro día, con calma, les contaré de Cocalino y Etileno, unos amigos cercanos de Pacheco, igual de chistosos que él. ¡Qué trio! "Ellos sí que viven la vida", dice la gente.

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